13 de septiembre de 2015

Un libro olvidado

¿Qué es un recuerdo? Pequeños retazos de historia, fragmentos de la vida pasada tan lejanos que la realidad se distorsiona. Recuerdo muchas cosas; recuerdo las penas y sobre todo las risas, los momentos felices y los malos tragos; las personas que ya no están, las que permanecen y las que se fueron.
Muchas veces volvemos a ciertos lugares que nos hacen despertar recuerdos, un paisaje, una playa, una calle. Hace poco volví a uno de los lugares a los que solía ir de vacaciones cuando era pequeña, y los recuerdos volvieron a mi memoria. No fueron todos de golpe, ni siquiera eran nítidos. Unos eran imágenes; otros, sensaciones. El ruido de las olas, la brisa marina, la sensación de los granos de arena entre los dedos. Cada lugar traía consigo un nuevo recuerdo. El polvo en mis botas, las sombras de los pinos. Algunos recuerdos eran reacios a aparecer mientras que otros hacían acto de presencia como si de una tormenta de verano se tratase, así, sin avisar y colapsando mis sentidos. El sol sobre mi piel, el canto de los pájaros, un mar de nubes. Todo tan nuevo y a la vez no, tan lejano en mi memoria y a la vez tan cerca en mi presente... Noches de chaqueta, paseos matutinos. Era como destapar un libro olvidado ya hace tiempo en la estantería: no recuerdas todos los detalles, pero sí los importantes; no recuerdas las palabras, pero sí lo que te hicieron sentir. De vez en cuando hay que destapar el libro, cogerlo entre las manos y ojearlo. No dejar que se pierda en el olvido. Aunque sea un libro malo, da igual, por muy malo que sea es una parte de ti.
A veces me da por pensar que cada uno tiene su propia biblioteca de recuerdos. Bibliotecas tristes, bibliotecas alegres; unas llenas de retos, otras de inseguridades; algunas miedosas, algunas excéntricas. Cuando conozco a una persona, me gustaría pasarme por los pasillos de su biblioteca, extender el brazo y tocar los libros. Detenerme en el título de alguno, y si eso perderme en sus páginas. Me gustaría poder saber si hay una sección entera para los divertidos, o si los de temas más profundos se encuentran escondidos esperando a que yo los descubra. Esas bibliotecas son las mejores, esas en las que no te importaría perderte y pasarte horas y horas entre sus libros. Pero hay que tener cuidado; un libro, un recuerdo, es algo importante, no hay que menospreciarlo ni desacreditarlo.
Los recuerdos son algo valioso, al fin y al cabo, ¿qué es una persona? Es las experiencias que vive, las sensaciones que perduran, las caídas y los empujones; las remontadas, los retos imposibles y los desafíos conseguidos; los desamores, las decepciones. Los recuerdos.





3 comentarios:

  1. ¿Que es la vida?.. para mí la vida es una sucesión de fases... la infancia, la niñez, el colegio, el instituto, el bachillerato, la universidad, el trabajo, la pareja, el matrimonio, la paternidad...
    Para mí la paternidad es la fase que mas me ha llenado, que más me ha enriquecido, que mas me ha hecho crecer... Hace poco una amiga me dijo que un hijo te hace volver a vivir la vida... Tiene muchísima razón, contigo vuelvo a vivir momentos muy especiales de mi juventud,... contigo vuelvo a ser joven!!!

    ResponderEliminar
  2. Somos bibliotecas de recuerdos! Reflexiones muy bellas y ciertas! Todos guardamos recuerdos y conocer a una persona y conseguir entrar en su biblioteca es algo mágico, increíble y a los que sentimos todo mucho, es algo único. Me ha gustado tu post mucho!

    ResponderEliminar
  3. Te deseo que esa biblioteca de recuerdos que vas rellenando con tus experiencias cada vez sea más grande y que las estanterías donde se guardan los volúmenes alegres sean muchos más grandes que las que almacenan los tristes.
    Que tus lecturas sean felices y que siempre te aporten buenas sensaciones..

    ResponderEliminar