1 de enero de 2013

Carta a aquellos que ya no están

Hola abuela, ¡Feliz Año Nuevo! ¿Qué tal te va por allí arriba? Espero que todo bien. Por aquí estamos todos bien. Mamá sigue sin saber cocinar muy allá y papá es el que ahora hace la tortilla de patata (pero la tuya era muchísimo más rica) aunque ha aprendido a hacer más cosas. El abuelo se las apaña bien, no para quieto, siempre tiene que estar moviendose. No te preocupes, nosotros cuidamos de él.

Estas Navidades se han hecho muy raras sin ti, se echa de menos tus croquetas, nadie las prepara como tú. También he echado en falta tus comentarios sobre mi pelo, cómo debería peinármelo para que se vieran más, que me sirvieras otro plato más aunque esté a punto de reventar.

Se me ha hecho muy raro que comiéramos las uvas y papá no se quejara de que tenía de más. Tú siempre le ponías catorce en vez de doce. Eso me recuerda a que siempre que había pimientos de padrón a él. Por cierto, sigue convencido de que eras una meiga.

Extraño mucho esas tardes en las que veíamos "Amar en Tiempos Revueltos" y después el abuelo tú y yo jugábamos a las cartas y tomábamos la merienda.

Ya ha pasado otro año desde que no estás, pero sé que siempre me estás cuidando desde allí arriba, que me consuelas de algún modo cuando estoy mal o tengo un día duro.

Te echo muchísimo de menos y cada día pienso un poco en tí, a veces me saca una sonrisa, otras me hace llorar. Pero el día que me reúna contigo te contaré todas las novedades que han ocurrido en tu ausencia con pelos y señales, y por fin podremos jugar esa partida a la brisca que te debo. Vete preparando porque te pienso ganar, ya me sé tus trucos.

Espero que en este nuevo año sigas cuidándome como siempre, porque yo me voy a acordar de ti como siempre.
Te quiere.
                                                                                                                                Tu nieta.

1 comentario:

  1. Qué dolor... desgraciadamente, yo a los padres de mi mamá no los llegué a conocer, y los de mi papá nunca me trataron bien, así que podríamos decir que crecí sin abuelos.
    Pero perder a cualquier familiar es doloroso, y más si es alguien muy allegado...
    No te preocupes, yo también estoy segura de que ella te está mirando desde allá arriba, y sonriendo al ver que sos felíz :).

    ResponderEliminar